Naturalista es el nombre utilizado actualmente para definir a los científicos de campo interesados en la descripción de la naturaleza y su análisis. A todo ello cabe añadir en este caso, que tras su interés científico reside un profundo afecto y enamoramiento de la madre naturaleza y aun más en concreto de estos bosques y montes, de su biodiversidad y de su problemática asociada.
Su jornada no acaba al finalizar su horario de trabajo sino que se amplia hasta formar parte de su propia vida. Conocen palmo a palmo estos bosques y estos montes, cada rincón, cada árbol monumental con su historia, sus problemas y su poesía; cada pájaro que resulta afectado cuando desaparecen las bayas de las que se alimenta, cada hoja que cae y cada nuevo brote verde, hasta el punto de restar alegría a su vida cuando alguna afección profunda se cierne o afecta a este territorio.
Niños, jóvenes y adultos hemos quedado impregnados de esa sabiduría que solo puede trasmitirse y contagiarse cuando forma parte de la emoción y el sentido de la propia vida. Es entonces cuando la comunicación resulta fluida y abre paso al conocimiento generando nuevas preguntas y respuestas en quien escucha.
Como grupo organizador de las jornadas queremos agradecer su implicación, sus propuestas, el habernos acercado un medio desconocido para la gran mayoría lleno de gratas sorpresas, el haber generado interés por conocerlo y sobre todo por protegerlo y conservarlo, por trabajar y conseguir mantener vivo este importante legado natural, este patrimonio necesario en el presente e imprescindible para las generaciones futuras.